Proyecto pedagógico de la escuela de Orduña, Bizkaia

El patio de una escuela es el cuerpo/espacio que nos da la oportunidad de usarlo como espacio educativo. Para que esto sea posible, es necesario abrir la mirada a una nueva forma de pedagogía, más inclusiva, en contacto con la Naturaleza, y abierta a romper las barreras y los límites impuestos por un curriculum cerrado y muchos patrones y creencias trasnochadas.

En Orduña, al tiempo que iniciamos el proyecto de transformación del patio y su renaturalización, fuimos conscientes de la importancia de renaturalizar el tiempo pedagógico, la mirada de todas las personas integrantes en la comunidad educativa. Ese fue el germen de un proceso de facilitación y acompañamiento en el desarrollo de un nuevo curriculum adaptado a lo que se estaba transformando el patio.

Durante el curso 21/22 se formó una grupo motor formado por 6 personas del claustro que sentaron las bases del diseño final del patio con el equipo de Hedera, haciendo de puente con toda la comunidad educativa. Este grupo motor, contó con el acompañamiento de una persona de Hedera en la facilitación del proceso, que sirvió de base para diseñar un proceso de transformación del proyecto pedagógico.

El equipo de Hedera diseño un proceso de acompañamiento pedagógico segmentado en 8 sesiones que se implementaron durante 6 meses desde setiembre a marzo del curso 22/23, al tiempo que diseñamos el proyecto de ejecución del patio y posteriormente, gestionamos la ejecución de las obras.

El nuevo proyecto pedagógico se asentó en una Visión/Misión y Valores con los que definir los principios pedagógicos del nuevo proyecto. Los objetivos a corto y medio plazo permitieron definir la estrategias a realizar según las necesidades, recursos y límites identificados. Todo ello se definió en un plan de implementación con un calendario adecuado al nuevo curriculum oficial en vías de tramitación legislativa. Las sesiones facilitadas por el equipo de Hedera se realizaron tanto en la escuela como en la Naturaleza, y algunas se hicieron con el grupo motor y otras con todo el claustro.

El resultado final fue la construcción de los cimientos, pilares, cubierta y estructura de un nuevo hogar pedagógico desde el que mirar un nuevo tiempo educativo naturalizado a un patio sin barreras.

«En un momento de transformación tan importante, en el que los desequilibrios del claustro (como sistema vivo) pueden provocar conflictos o resistencias, la figura del facilitador es imprescindible para recuperar el equilibrio y caminar»

– Iraide, Jefa de Estudios